Vas a contratar tu reportaje de boda y el mayor miedo que suelen tener mis parejas es que no les gusta que les hagan fotos. Salgo mal, no se posar, somos tímidos...

Es un día en el que normalmente todo es nuevo para ti. Nervios, emociones y encima llega una persona que apenas conoces, se esconde detrás de una cámara y empieza a dispararte como si de una guerra se tratara. No mola, ¿verdad?

Pues precisamente las prebodas se inventaron para romper esa barrera que normalmente tenemos a la hora de hacernos fotos.
Una sesión de preboda te va ayudar muchísimo. Va a ser un gran entrenamiento, una manera de auto convencerte de que todo es muy sencillo y la mejor manera de coger confianza con tu fotógrafo.

Lo realmente importante que vas a llevarte es la confianza y el vínculo que te va a unir con la persona encargada de inmortalizar un día tan importante. ¡El día de tu boda!
Cogerás confianza, te aconsejará de que manera salir de forma natural y mil consejos que seguro que os van a ayudar muchísimo.

Todo este trabajo se va a ver reflejado en el resultado final de tu gran día.
Todo será mucho mas natural y tu fotógrafo se convertirá en tu cómplice.